Como artista me fascina la armonía, el equilibrio y la simetría que encuentro en la naturaleza, todo lo cual contribuye a una gran belleza. Me puede cautivar la luz que atraviesa las hojas de un árbol creando una luz tamizada que ilumina parcialmente unas flores, o cómo los rayos del sol juguetean al desplazarse sobre diversos cuerpos de cristal que dan lugar a infinidad de formas, colores, reflejos y sombras. Me puede embelesar una flor, la mirada de un niño o la hermosa figura de una mujer. Para mí, todo en la naturaleza: formas, luz y color es como un libro abierto que me conecta directamente con el Hacedor, creándome sentimientos de gratitud y reverencia que me impulsan a crear arte.
Mi fuente de inspiración
Mi inspiración proviene de multitud de fuentes. Deseo que mis obras de arte además de ser bellas tengan gran poder de seducción y por eso recurro al realismo llevado a su máxima expresión. Deben sensibilizar, transmitir emociones y sentimientos… incluso apasionar. Por consiguiente, utilizo elementos simbólicos, elementos como la transparencia del cristal, la dureza del mármol, la frescura de la flor y la fruta salpicada de gotas de agua, la rosa roja, símbolo del amor apasionado, etc. En mi opinión, la belleza de los reflejos del sol sobre los objetos de cristal solo es comparable al encanto del rostro de una bella mujer y a la belleza de las flores… por eso, en muchas de mis obras decido combinar dos o tres de estos elementos creando composiciones delicadas, atractivas, de increíble belleza y cargadas de simbolismo.
Proceso creativo
Cuando pienso en realizar una nueva obra puedo partir de una idea o emoción previa sin tener muy claro cómo será el resultado final. A medida que la idea va madurando se va haciendo más clara en mi mente. Entonces tomo mis propias fotografías con modelos para la realización de la obra. Cada obra puede basarse en una o varias de estas fotografías. En otras ocasiones sucede al revés, es una imagen previa la que me transmite algo: una emoción o un sentimiento que me lleva de crear una obra a partir de esa imagen.
La Técnica
La pintura de base la realizo con acrílicos y la pintura final con veladuras al óleo. Una vez preparado el soporte y el dibujo transferido, dependiendo del tema a pintar aplico una aguada monocroma parecida a la grisalla o un verdaccio con los modernos colores acrílicos de excelente resistencia a la luz. Sigo trabajando la pintura de base aplicando veladuras con estos colores acrílicos. Una vez que he desarrollado la obra con este procedimiento a mi grado de satisfacción le aplico varias capas de medio acrílico transparente de acabado mate. Es entonces que procedo a acabar la obra al óleo a base de veladuras, realzando luces, intensificando sombras y contrastes, agregando matices y pintando los últimos detalles. Después del secado de la pintura al óleo le aplico a la obra un barniz satinado final.